AGÜIMES EN FOTOS

Con cierta ilusión estoy construyendo este blog, con la intención de que se conozca un poco mas mi AGÜIMES, y compartirlo con los demás que anhelen al entretenimiento, la tranquilidad, la paz, hospitalidad y todo lo que conduzca a una agradable convivencia.

Para que tengan una somera idea del que suscribe, daré algunos datos, pues aunque no soy especialista en fotografías, si he sido un “currante”, como se dice ahora, en un largo y duro trabajo de muchos años alrededor de la misma, me puedo considerar por tanto, como un obrero de la construcción de la fotografía y no un técnico.

Hice mis primeras fotos, cuando hacía el servicio militar obligatorio en Hoya Fría (Santa Cruz de Tenerife) por 1961, pues coincidí con otro recluta que vivía en Santa Cruz, hijo de un funcionario de prisiones, que tenía una modesta máquina de fotos, de la marca Agfa, con un pequeño laboratorio de aficionado en su casa.

Resultó que, hablábamos de temas diversos y por supuesto me llamó la atención, verlo hacer fotografías, pues yo nunca había hecho fotos con ninguna máquina y menos revelarlas.

Aunque conocía en Agüimes y tenía relativa amistad, con los fotógrafos ambulantes LOS PALOMINOS (tío y sobrino) y también con el militar retirado DON SANTIAGO BENITO RAMOS, que compartía un comercio de artículos de regalo con un pequeño estudio de fotos, nunca hice nada relacionado con la fotografía (Casualmente D. Enrique Palomino, cuando se volvió a su Barcelona natal por 1958/9, me dio el negativo de la foto de carnet de identidad que le había hecho a mi abuela, con quien me había criado, que luego amplié a mural).

Se puede decir que, casualmente el destino me hizo conocer también personalmente a otro fotógrafo de Carrizal, DON SANTIAGO SUÁREZ ROBAINA, pues cuando yo solo tenía unos 5 ó 6 años, acompañé a mi abuela al Carrizal por asuntos que no recuerdo, pero entre los encargos que llevábamos, uno de ellos fue ir al fotógrafo.

Lo recuerdo bien porque, al entablar conversación y decirle que éramos de Agüimes, me mostró un montón de fotografías de moros del tabor de Tiradores de Ifni, para ver si yo los conocía y le dije que si, a la mayoría, pues dijo que se las habían hecho y no las habían retirado, proponiéndome un beneficio económico por la venta de las citadas fotos, lo cual acepté y devolví luego las no vendidas, y me cobré mi parte. Quizás desde ese momento se me creó la idea de que la fotografía podía ser un medio de vida o una ayuda. (Algunas de sus fotos colocaré en otra página de este blog)

Volvamos a Hoya Fría. El compañero de la mili me enseñó el funcionamiento de su máquina y algo mas interesante, me llevó a su casa para que viera el procedimiento del revelado de las fotos, y fue así como, por primera vez, veía aparecer una imagen en una cartulina después de echarla a una cubeta con líquido (revelador). Me quedé asombrado, me parecía como si fuera algo de brujería o un milagro, el ver como aparecía la imagen en la blanca cartulina, para mi se creaba como una nueva vida en la imagen que iba apareciendo paulatinamente, pues antes no tuve la oportunidad de verlo. (Entiendo que con lo que ha adelantado la ciencia con las nuevas tecnologías últimamente, que hoy está al alcance de todos, no tiene la menor importancia lo que explico sobre mi sorprendente descrumiento del revelado).

Mostré mi interés a mi compañero, en hacer fotos a nivel de trabajo y comercial, a los soldados en el Campamento, y el me dejó su máquina hasta que yo comprara una, informándome de un laboratorio en Santa Cruz, en donde podía revelarlas.

Sin mas miramientos me puse mano a la obra, haciendo fotografías a los soldados, en la plaza de armas, hogar del soldado, en las calles entre barracones, etc.
No pasó mas de una semana, cuando una de las veces que me desplacé a Santa Cruz, dando un paseo por las tiendas de los “indios”, consulté sobre una máquina normalita para hacer “buenas” fotos, y me recomendaron una de la marca VOIGTLÄNDE, la cual compré sobre la marcha. Aún la conservo, en algún rincón de mi casa, aunque por supuesto, muy desgastada.

Nunca hice ningún estudio reglado para saber de fotografías, ni cursos por correspondencia, pero hice consultas sueltas a ópticas y laboratorios de fotografía y me leía mucha documentación que tuviera que ver con el conocimiento de este tema.

Pues puedo decir con satisfacción que hice una gran cantidad de fotografías a los soldados en Hoya Fría, y que me vino a suceder algo parecido al del Carrizal, que tenía una montaña de fotos sin repartir, pero con la diferencia, de que todas ya estaban cobradas, pues allí se cobraban por adelantado, lo hacíamos todos los fotógrafos que trabajamos en el Campamento. Pero yo siempre las tuve a disposición de los interesados, que acudían regularmente a recogerlas para mandarlas a sus familias.

Cuando luego llegué a Agüimes, donde nunca había hecho fotos, y solo me conocían por mi trabajo en el Ayuntamiento, recuerdo que un domingo, sentado con Lina mi novia, en el banco que había en la esquina izquierda de la plaza del Rosario, frente a la Iglesia, le pedí su opinión, en relación a que le parecía el que yo me dedicara a la fotografía profesional aquí en el pueblo, y me dijo que hiciera lo que me pareciera, porque ella no conocía ese trabajo.

Pues sin mas, adquirí otras máquinas y flash y me dediqué a hacer fotografías de forma ambulante en principio, revelando las fotos en Las Palmas de Gran Canaria, hasta que luego ya casado, monté un pequeño laboratorio.

Hice fotografías a “tutiplén”, en calles y plazas, tanto aquí en Agüimes, como en los demás pueblos de la Isla.
Hice muchas en el pequeños estudio en mi casa, en los almacenes de empaquetados de tomates, cultivos, y por supuesto en bodas, bautizos y demás actos sociales, donde me solicitaran. En los negativos que hice está parte de la historia de Agüimes, especialmente de los años 60 a 80.

Aunque mi trabajo o profesión formal fue el realizado en el Ayuntamiento, los tiempos libres hacía trabajos en la fotografía, a la que dediqué en alguna ocasión, días y noches enteras, sin dormir, de eso solo puede dar fe mi mujer, que me acompañaba en muchas noches revelando.

Si bien yo hacía en principio solo las fotografías, siempre en el revelado me ayudaba por la noche mi mujer DOÑA CATALINA ROMERO ARIAS y luego también hicieron fotos mis hijos, a medida que fueron creciendo.

Cuando me establecí de una forma mas seria con dedicación permanente, tuve la necesidad de contratar a un muchacho que atendiera el negocio cuando yo no estaba, por mi ocupación en las obligaciones en el trabajo del Ayuntamiento.

Este joven fue DON VICENTE ALEMÁN ARTILES, quien se dedicaba a hacer las fotos en el estudio o los reportajes, así como en la venta de los artículos propios de las tiendas de fotografía.

También trabajó algún tiempo, en el laboratorio revelando los negativos y positivándolos, mi cuñada DOÑA MARIA DEL CARMEN ROMERO ARIAS.

Lamentablemente los dos, fallecieron a edades muy temprana, en un espacio de tiempo cercano.

(Foto de Vicente y Mary Carmen, ésta jugando con mi hija Delma)

Cuando hablé con los dos en fechas cercanas a su defunción, no me parecía que la fatalidad estuviera tan cerca, pues me parecía mentira, que estuviera sucediendo aquella desgraciada y triste situación.
En la actualidad el negocio fotográfico lo lleva mi hija DOÑA MARÍA DEL ROSARIO RODRÍGUEZ ROMERO, a la que yo ayudo muy puntualmente, por que al estar jubilado, aún sirvo para hacer algún que otro mandado, o estar de guardia en la tienda, cuando ella tiene que salir.

MI HIJA SARO

Pues para ampliar un poco mas el conocimiento de mi Agüimes al mundo, lo quiero hacer ayudado por el antiguo refrán chino, que dice: “una imagen vale mas que mil palabras”, colocando carpetas de colecciones de fotos del municipio, de actualidad y algunas antiguas, en este blog en Internet.

Es ahora mi intención el colocar algunas colecciones de fotos, pero pienso seguir poniendo mas, a medida que tenga tiempo y que sea a mi entender, de ocasión al interés general.

JOSÉ RODRÍGUEZ ARTILES